Maestras multilingües salvan la brecha lingüística en Wallingford

Lau Guzmán

Lau Guzmán

Report for America corps member
The Record-Journal

May 25, 2023

WALLINGFORD, CONN  — Magdali Córdova se dio cuenta que las escuelas de sus hijos enseñaban inglés de maneras diferentes. Ella se había mudado de Ecuador en la primavera de 2021 y registró a su hijo Gabriel en el tercer grado en Parker Farms Elementary School. Sin embargo, Córdova se dio cuenta que a su hijo no le estaba yendo tan bien como a su hermana Victoria, una estudiante de séptimo grado en Moran Middle School.

“¿Por qué tú sí y él no? ¿Que pasó?” se preguntó a si misma. “Comencé a averiguar y me dí cuenta que la Victoria tenía profesores bilingües y Gabriel no”, añadió.

Mientras que Gabriel tenía apoyo de una maestra multilingüe, la cual usaba diferentes estrategias para ayudarle a aprender inglés, Victoria recibía apoyo de un programa bilingüe en su escuela con maestras que hablan español. Las maestras bilingües hablan más de un idioma, mientras que las maestras multilingües están certificadas para enseñarle inglés a los estudiantes que no lo hablan, aunque no necesariamente hablan otros idiomas.

A pesar de que Córdova comentó que la maestra multilingüe de Gabriel fue una “bendición” y le ayudó a aprender inglés, ella se preocupaba pensando si su hijo sería capaz de mantenerse al corriente con sus otras materias sin poder hablar el idioma.

“Como mamá, no sé inglés, entonces me preocupaba porque él está todo el día en clases y solo en Inglés”, ella dijo en español, su lengua materna.

Las diferencias entre la manera de la cual Victoria y Gabriel aprendieron inglés reflejan el entorno en el cual los niños aprenden inglés en Connecticut. La mayoría de los niños que están aprendiendo inglés son latinos, hablan español en su hogar y están en la escuela primaria, según el reporte más reciente del Connecticut State Department of Education.

Entre los aprendices de inglés, aproximadamente seis de cada 10 asisten a programas que enseñan inglés como segundo idioma y tres de cada 10 asisten a un programa bilingüe. El resto usan servicios de apoyo de transición o tienen padres que rechazan los servicios de lenguaje. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los que están aprendiendo inglés reciben una combinación de servicios de idioma inglés en el transcurso de su educación.

Marisol Garcia, una maestra bilingue, ayuda a Andrea Guzman, de 6 años de edad y quien cursa el primer grado, a leer en inglés en Cook Hill Elementary School en Wallingford, el miércoles 15 de marzo de 2023. (Foto de Dave Zajac/Record-Journal)

Enfrentado la escasez de educadores bilingües

Aunque los sistemas de apoyo de lenguaje ofrecen muchos beneficios a los estudiantes, frecuentemente son un gasto adicional para los distritos escolares sobrecargados y es muy difícil encontrar personal. Actualmente, Connecticut está enfrentando un déficit de educadores bilingües y educadores certificados para enseñar inglés a los que hablan otro idioma desde el Kinder al grado 12. Esta escasez es agravada por el agotamiento de los educadores después de la pandemia, junto con los efectos por los servicios adicionales que los educadores multilingües proveen.

A nivel nacional, un tercio de las escuelas comentaron que no tienen suficiente personal para enseñar inglés como segundo idioma u ofrecer programas bilingües durante el año escolar, según una encuesta por la National Education Association.

Aunque ha sido un reto conseguir maestros en Wallingford, debido a la escasez, la escuela tiene un personal completo, dijo Fran Thompson, Superintendente Adjunto para Personal. Hay siete educadores bilingües certificados en Wallingford, 12 maestros certificados para enseñar inglés a estudiantes que hablan otros idiomas, y cinco paraeducadores bilingües. En total, ellos le proveen servicios de lenguaje al 7% del distrito, aunque esto fluctúa de un año a otro.

“Creo que la necesidad es significativa, no importa donde estés, porque independientemente del tamaño de su población, uno quiere ofrecer servicios a todos”, dijo Thompson en inglés.

En años recientes, el distrito ha recibido fondos adicionales para suplir las necesidades de los estudiantes. Según el documento del presupuesto de este año, el distrito ha recibido un total de aproximadamente $158,000 en fondos federales desde 2019 a 2022, de una subvención federal para la educación para jóvenes e inmigrantes de parte del Título III, el cual provee fondos adicionales para instrucción lingüística para estudiantes inmigrantes y de proficiencia de inglés limitada. El distrito también ha recibido aproximadamente $17,000 en el mismo periodo, de una subvención bilingüe a nivel estatal.

Haciendo una diferencia: Programas de dos idiomas

La ley estatal exige que las escuelas públicas con más de 20 estudiantes que hablan cualquier idioma en su hogar que no sea inglés ofrezcan instrucción bilingüe. En Wallingford, tres escuelas primarias son escuelas bilingües autorizadas y cada una tiene un maestro bilingüe a tiempo completo.

Uno de los programas bilingües más grandes en Wallingford está en Cook Hill Elementary School. El programa tiene 32 estudiantes este año y usa un enfoque diferente a la mayoría de las escuelas en Connecticut, según el State Department of Education.

Los distritos escolares históricamente han ofrecido programas bilingües tradicionales diseñados para promover el dominio del inglés y resulta en la disminución del idioma del estudiante en el hogar.

“La filosofía que tenemos aquí es que si reforzamos su lengua materna, en este caso, el español, la transición al segundo idioma, el inglés, va a ser más fácil y van a tener un mejor fundamento”, dijo Wilfred Vélez, maestro bilingüe de Cook Hill.

Vélez enseña en español, mientras que su contraparte, Julia Evola se enfoca en enseñar inglés. Aunque las investigaciones apoyan la eficacia del programa dual bilingüe, él dijo que frecuentemente tiene que calmar las preocupaciones de los padres, los cuales creen que aprender dos idiomas a la misma vez confunde a los estudiantes y les impide aprender inglés.

“Nuestros estudiantes que vienen con un primer idioma muy fuerte siempre son exitosos en inglés”, dijo Evola. “Toma, por lo menos, de cinco a siete años para aprender un nuevo idioma”.

 

Los educadores multilingues están ayudando a cerrar la brecha de lenguaje en las escuelas de Wallingford. (Foto de Dave Zajac/Record-Journal)

Cambiando la actitud hacia los que hablan otros idiomas

A pesar de los recursos que hay disponibles en este momento, las escuelas de Wallingford no siempre han apoyado a los que hablan otros idiomas. Susan Rhodes recuerda las barreras lingüísticas cuando se mudó a Wallingford de Massachusetts en 1976. La inscribieron en el cuarto grado, donde conoció a una compañera quien era de India, la cual tenía miedo de hablar en la clase por su fuerte acento.

“Nunca había visto una situación así y me sentía muy mal por ella porque su maestra no hacía un esfuerzo para incluirla o dejarla compartir su cultura con nosotros”, ella dijo en inglés. “Yo me sentía como la niña nueva, pero era peor para ella”.

Rhodes decidió convertirse en maestra después de envolverse con JumpStart en la universidad. Ella aprendió español y eventualmente logró obtener certificación bilingüe y una certificación para enseñarle inglés a los estudiantes que hablan otros idiomas.

Rhodes ha estado trabajando en el distrito de Wallingford por los últimos 20 años y ha notado que el distrito ha cambiado desde que le enseñaba inglés a estudiantes de acendencia polaca. Ella también recuerda que la planta local de Nucor Steel contrató a muchos trabajadores mexicanos de su planta hermana en Texas en los 1980 y ella comenzó a ver a los hijos de esas familias en las clases de su escuela preparatoria.

“Es un tremendo trabajo cuando logras tener el honor de conocer a estos niños y a sus familias de alrededor del mundo y puedes hacer un cambio verdadero por ellos. Es poderoso, y muy gratificante, y muy especial”, ella dijo.

Construyendo un sentimiento de pertenencia

El enseñar inglés en las escuelas públicas ha sido un suplente para una discusión más grande acerca de la inmigracion, cultura y pertenencia. Más allá de sólo proveer apoyo lingüístico, los educadores multilingües también suelen prover apoyo cultural.

Mientras que Vélez y Evola sacan a los niños de la clase, la paraeducadora Marisol García trabaja con las maestras de clase para ayudar a apoyar a grupos pequeños de estudiantes. García tiene un antecedente de trabajo social y es de la Ciudad de México. Ella ha trabajado con el distrito por 19 años y comentó que le apasiona enseñar a los estudiantes en español.

“Es lo triste con las nuevas generaciones de padres que no les quieren enseñar su idioma, y eso también les afecta”, dijo García en Español.“Yo creo que la importancia de con nuestros niños es hacerles ver que estén orgullosos de donde vienen, de quienes son, de sus raíces”.

Aparte de enseñar inglés, el equipo de Cook Hill dijo que una de sus prioridades es lograr que las familias se sientan cómodas en la escuela. Cuando Vélez comenzó en Cook Hill hace 18 años, él notó que la comunidad latina no iba a la escuela, así que el equipo se esforzó en organizar eventos para que los padres conocieran al principal, el personal y la escuela.

Wilfred Velez, un maestro bilingue, habla sobre el programa multilingue de Cook Hill Elementary School en Wallingford. (Foto de Dave Zajac/Record-Journal)

Comunicándose con los padres

Ya que los educadores multilingües específicamente educan a los estudiantes que hablan otros idiomas, una barrera adicional es comunicarse con los padres. En Cook Hill, García y Vélez tienen su propia línea directa para comunicarse con los padres en español.

“Nosotros tenemos nuestra propia línea donde los papás se comunican con nosotros, ya sea para ausencias, citas, preguntas”, , dijo García. “Hacemos traducciones para las Parent-teacher conferences, Planning and Placement Teams, todo”.

García también traducía todas las calificaciones para cada estudiante y las comunicaciones que se mandaban al hogar. Desde entonces, la escuela ha contratado a un traductor/intérprete a tiempo completo, lo cual permite que García pase más tiempo apoyando a sus estudiantes.

El distrito también apoya a los educadores multilingües con un nuevo plan de estudios, asignación del personal y otros recursos para prevenir el agotamiento. El agotamiento de los educadores es un tema muy serio a nivel nacional con el 90% de los miembros reportando que el sentirse agotado es un serio problema, según un estudio de National Education Association.

“Es tanto trabajo adicional”, dijo Rhodes. “El balance es que no tengo que enseñarle a un salón lleno. Nosotros salimos. Así que si tuviera que enseñarle a un salón lleno y proveer todo ese trabajo adicional, no sería capaz. Explotaría. Sería tan difícil, o no me podría comunicar con los padres. Entonces, ese no me serviria a mi tampoco”.

Como hispanohablante, Córdova comentó que comunicarse con las escuelas ha sido un reto, así que ha tenido que conseguir una alternativa. El año pasado, ella le dio un celular a su hijo y le dijo que hablara con ella directamente si se sentía enfermo. Ella también escribía notas, de manera antigua, las cuales traducía con Google, y mandaba a la escuela.

“El año anterior, yo quería comunicarme con la escuela, pero no tenía cómo”, dijo. “Nosotros como papás tenemos que lidiar con el idioma que no sabemos, tenemos que trabajar, tenemos que estar al frente de casa y con todo, hay veces que se nos colapsa y no podemos dedicarnos a una sola cosa, como por ejemplo dedicarme al 100% a estudiar Inglés”.

Para las escuelas sin un equipo bilingüe especializado, el distrito implementó la aplicación de ParentSquare al principio del año, lo cual permite que los maestros le manden mensajes a los padres en varios idiomas por traducción. Córdova dijo que esto ayuda y ella no ha tenido problemas con esto.

Este año, la hija menor de Córdova, Valentina, es una estudiante de kindergarten muy tímida en la escuela Cook Hill. Aunque solo ha estado en la escuela por un año, Evola la nominó para el premio de mayor progreso.

“Ella ha estado intentando y yo he visto mejoría”, dijo Evola.

Parker Farms ha contratado una nueva maestra bilingüe, quien comparte su tiempo con otra escuela primaria, dependiendo del nivel de trabajo. Como resultado, Cordova ha visto una gran mejoría en la habilidad de hablar inglés de su hijo.

“A Dios gracias, mis hijos ya superaron la barrera del idioma”, dijo. “Ellos no están al 100% pero por lo menos comprenden, se defienden e intentan seguir superando”.

Traducción por Lizandra Mejías-Salinas, Comunidad Hispana de Wallingford.

Este artículo forma parte de “Más que Palabras” una iniciativa de Report for America en la que redacciones que cubren las comunidades latinas en ocho estados unieron fuerzas para analizar el impacto de las barreras de lenguaje en el avance social, económico y educativo de los latinos y los esfuerzos a nivel local por cerrar esta brecha. 

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